jueves, 20 de agosto de 2009

Bar: es “raro” que haya 3.000 licencias docentes.

Supera en un tercio el número habitual que se produce en agosto, luego del receso de invierno. Buscan la forma de descomprimir la Junta Médica y resolver el excesivo gasto en suplencias.

La titular del Consejo General de Educación (CGE), Graciela Bar, se mostró alarmada por el alto número de pedidos de licencia especial que presentaron los docentes durante julio y agosto, amparados en una disposición que les permitió ausentarse del trabajo para evitar el contagio de la Gripe A.
A raíz de la pandemia de Influenza H1N1, que en Entre Ríos produjo un total de 8 muertos, el Consejo de Educación se vio obligado a suspender el dictado de clases en las escuelas a partir del lunes 30 de junio y hasta el 10 de julio, como forma de establecer un “distanciamiento social” que evitase el contagio de la gripe, según dispuso la resolución N°2.176 del CGE.
La inactividad en las aulas se continuó luego con el receso escolar de invierno, y la vuelta a clase recién se produjo el viernes 31.
Aunque por prevención, se otorgó una licencia especial, con goce de haberes, a docentes y alumnos que estuviesen dentro de los que en ese momento se consideró como grupos de riesgo, y que abarcó casos de gripe, oncológicos, asma o bronquitis, lupus, renales crónicos, sida, inmunodeprimidos y embarazadas.

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